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lunes, 31 de marzo de 2014

21-03-2014

A veces piensas en el pasado, en todo lo ocurrido en tan poco tiempo, en toda la gente que ha marcado tus latidos para siempre y te sientes como si tu vida siempre hubiese sido esa, como si todo estuviera por fin en su lugar. Como si hubieras conseguido armar un puzzle lleno de piezas que son imágenes del cielo, que son todas iguales y distintas a la vez. Y comprendes que tu vida siempre fue tuya, que tus errores son y siempre serán tuyos. Pero lo más importante es que también te das cuenta que todos tus triunfos no te pertenecen solo a ti, una sola persona no es capaz de plasmar la felicidad en un millón de instantes que algún día fueron presentes y que ahora conforman parte del maravilloso camino que está siendo tu vida. Uno no es capaz de vivir la vida solo, no, necesita esas piezas de color cielo, eso que le da ese toque de misterio a la vida.
¿Pertenecerá esta pieza a una simple esquina o será el centro crucial de nuestro puzzle?
Ahora mismo, con mi juventud recién estrenada aún me siento viva, aún tengo sangre en las venas que quiere gritar. que quiere luchar por un mañana mejor, para todos. Un mañana en paz que haga que todos los recuerdos olvidados merezcan la pena que esos mismos nos causaron.
Caminas sin rumbo, fijando tu mirada cristalizada en aquellos que pasan a tu lado y cuchichean sin saber por todo lo que has pasado, todas las cosas que has vivido en estos diecisiete años y la confianza vuelve a ti, sacude cada poro de tu piel, haciendo que te sientas viva otra vez. Entonces sonríes, y es cuando realmente miras a tu al rededor y descubres que, aquellos que creías que estaban criticándote también te sonríen, y tú les devuelves la sonrisa pensando que quizá sepan un poquito más de lo que tú creías en un principio.
Estás rodeada de gente que acaba siendo muy importante para ti, muy importante en tu vida. Y ¿qué importa estar llena de cicatrices? Lo verdaderamente importante es vivir y yo vivo con cada una de ellas como un gran triunfo, cada una de ellas le muestra al mundo que eres mucho más fuerte de lo que parece en un primer momento, de lo que muestra tu cuerpo débil, porque la fuerza que tienes la vas sacando de todo el apoyo que recibes de las personas que te quieren. Me siento muy fuerte hoy, siento que empieza mi vida de nuevo aquí, en este punto de mi vida en el que me he parado un segundo a descansar del ajetreo. Me he parado y todo a mi al rededor sigue funcionando, todo sigue su rumbo tal y como yo había esperado y aquí estoy, sentada en la orilla del camino, mirando como pasa el tiempo y nunca más va a volver. Pero necesitaba este descanso, este cambio, ahora me siento con mucha fuerza, con mucho ánimo para crear mi propio camino y qué le den a todos si creen que no es el camino correcto, para mí sí lo es. Y eso es lo importante, ser feliz.

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