Pero son aún más fuertes las ganas de escribirte en la espalda mil besos.
Soñarte despierta sabiendo que no te tengo,
porque no eres mía, somos juntas y es lo que quiero.
Porque te quiero libre, volverte cuerda y solo atarte a la cama con consentimiento.
Susurrarte al oído estas palabras mientras te acaricio todo el cuerpo.
saborearte las curvas, los socavones y los recovecos.
Y es que has llegado como llega siempre el invierno:
a prisas, sin avisar y metiendo miedo.
Te has convertido en risa, rubor, amor y sentimiento.
Has hecho mi vida un cuento imperfecto que me sabe a poco si estás lejos.
Y es que no puedo imaginarme lo que tiene que ser explorarte,
lo que tiene que ser estar contigo en cualquier parte,
besarte sin miedo, comerte la boca, morderte el cuello y besarte la frente.
Mezclar el deseo y el amor libre en nuestros encuentros.
El fuego que nos nace y que siento por dentro,
me sabe a gloria, me sabe a ti, me sabe a diosa y a cielo.
Y es que has llegado como llega siempre el invierno:
a prisas, sin avisar y metiendo miedo.
Te has convertido en risa, rubor, amor y sentimiento.
Has hecho mi vida un cuento imperfecto que me sabe a poco si estás lejos.
Deseo devolverte las horas que te robo en mi pensamiento,
en forma de sueños que ir juntas cumpliendo.
Sacarte sonrisas, carcajadas y algún orgasmo a destiempo,
sentarme a horcajadas en tu regazo y dejar que llegue el deshielo.
Abrazarte en la cama, mirarte a los ojos y susurrarte mil "te quiero".
Y es que has llegado como llega siempre el invierno:
a prisas, sin avisar y metiendo miedo.
Te has convertido en risa, rubor, amor y sentimiento.
Has hecho mi vida un cuento imperfecto que me sabe a poco si estás lejos.