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domingo, 7 de febrero de 2021

Reflexión

Hay días grises siempre, pero son mejores cuando no estás sola. La verdad es que llevo unos días mal, no sé, no ha pasado nada específico pero he explotado y no podía más. Me he encerrado en mi mundo, este que he creado con algunas personas maravillosas, y no he querido hablar con nadie más. Me he sentido muy vulnerable y muy prescindible estos días, me he sentido sola aunque no lo estuviera, y me he sentido inútil. Pero la realidad es muy diferente.
La vocecilla de mi cabeza no tiene razón, soy una persona valiosa y merezco que me quieran. Soy una persona atractiva y merezco que me deseen. Soy una persona útil y puedo cambiar el mundo. Soy querida y tengo a mucha gente a mi lado que me quiere. Debo dejar de decirme cosas malas, porque soy mucho más que esa vocecilla. Esa vocecilla ni siquiera soy yo, es él. Todo lo que dejó en mi mente a pesar de que hace muchos años que me alejé de su violencia. Me niego a seguir dejando a esa voz que gobierne mi cuerpo, me niego a que me gobierne la culpa, el miedo, la ansiedad y el dolor. Y me niego a que me hagan sentir celos o envidia de quiénes tengo a mi lado de forma incondicional. Me niego a dejar que pueda conmigo porque yo soy mucho más que todos esos sentimientos.

No es malo caer, no es malo estar mal, no es malo sentirte de forma "incorrecta" en un momento dado. Soy humana y tengo derecho a no ser perfecta, pero debo aprender de mis imperfecciones para crecer y ser mejor el día de mañana. Quiero ser mejor.