Vistas de página en total

sábado, 18 de abril de 2015

Cascada de Hiel.

Le veo sentado en la orilla del lago, con una margarita en la mano. Me quiere, no me quiere, me quiere... Me acerco en silencio, escuchando mi corazón saltar a grandes pasos de mi pecho, queriendo llegar a él. Me quiere. Tengo miedo, pero no puedo quedarme parada, no ahora. No me quiere.
Se ha girado, sé que me ha visto, pero solamente ha agachado la mirada y ha seguido deshojando aquella pobre margarita. Me quiere, no me quiere, me quiere... No sé el resultado final, pero veo como lanza lo que queda de la margarita al lago sin mirarme, y se queda mirando como se hunde, lentamente. Yo me he quedado parada, no me responden las piernas, siento tanto miedo... Todo mi corazón se ha quedado helado en esa pobre margarita.
Finalmente mis piernas reaccionan y sigo avanzando sin escuchar a mi corazón, que me grita que me detenga y que me dé a vuelta. No, no pienso rendirme ahora. No.
Me siento a su lado, mirando el mismo punto que él, y de reojo observo como una lágrima le recorre la mejilla.
-¿Y ya está? ¿Solo por esto te piensas rendir?- Me grita entre lágrimas.
-Estoy aquí por algo, no quiero rendirme sin luchar, no soy así.- Le digo en un tono de voz neutral mientras le miro fijamente a los ojos.
-Entonces... Todo lo que me dijiste...- Le interrumpo antes de que rompa de nuevo a llorar.
-Una simple forma de alejarte de mí antes de hacerte más daño, cariño, no quiero dejarte. Pero me aterra que algo superior a mi me aleje de ti.- Digo apartando mi mirada de sus ojos verde incandescente. Sé que está llorando de nuevo.
El silencio se apodera de la escena, y un sentimiento amargo baja por mi garganta apoderándose de mí. deseo besarle, pero no sé cómo hacérselo ver. No quiero perderle, pero no puedo asegurarle que voy a estar a su lado para siempre. No lo sé.
Noto como un tacto cálido me roza la mano, bajo mi mirada y veo su dedo índice acariciando mi anillo.
-Me acuerdo de esto,-Dice mientras acaricia la inscripción exterior.- te lo regalé en aquel bosque, cuando hicimos un año y medio.-
-Ya hace cuatro años de eso... Me gusta que te acuerdes...-
-Jamás podré olvidar ninguno de los momentos tan especiales que he pasado a tu lado. Mi vida.- Dice y acto seguido, me besa. Pero un beso de esos que dicen "Te amo" con todas sus letras. Y en ese momento la hiel desaparece y yo me doy cuenta que no importa que no pueda prometérselo, pasaré el resto de mi vida a su lado.