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viernes, 15 de febrero de 2013

Día Internacional Contra el Cáncer Infantil.

Me hablan de esta enfermedad e hipsofacto acuden a mi mente un millón de imágenes del hospital pediátrico universitario "Niño Jesús" de Madrid, porque yo he estado allí ingresada, por suerte por cosas mucho menos graves, y he visto cada día niños con cáncer, blanquecinos, sin pelo y notándose que quieren ser normales y no pueden. Pero lo que más duele no son los niños, aunque esto suene frívolo, ellos no son conscientes de lo que les está ocurriendo, solo saben que duele. Pero sus padres... Ellos son conscientes de todo el dolor que sus hijos sufren y se magnifica un millón de veces más, un millón de veces más que ellos siente ese miedo y no, no me parece normal que yo desconociera que hoy era este día tan importante hasta que ayer lo leyera en Twitter, no es normal que le demos una importancia mayor a una fiesta tan capitalista y secundaria como es San Valentín antes que un día que significa tanto, un día que busca la cura de todas esas personas. Un día que queda olvidado en este mundo extraño. Mientras miles de niños van muriendo día a día, en silencio, sin que nadie se entere. Sin que nadie apoye a aquellos padres que quedan destrozados tras la pérdida de todo lo que realmente quieren: Sus hijos. Su inocencia perdida en un millón de células asesinas que le van consumiendo poco a poco. Un virus atroz que nadie sabe como pararlo, que los devora día a día, del que solo podemos intentar aniquilarlo y rezar, rezar mucho para que este horrible virus deje a esos niños ser niños. Y un escalofrío recorre mi cuerpo al pensar en todos esos niños... En todo ese silencio... Y solo se me ocurre decir una cosa: Yo apoyo a esos niños y cada día deseo que estén bien y que puedan ser felices, que tengan las mismas oportunidades de las que todos somos conscientes y que desaprovechamos. Luchemos para que estén bien, para que la muerte por cáncer infantil sean solo leyendas del pasado.


Pedir un deseo para que ellos sigan soñando.


Se puede ver en sus ojos que, a pesar del miedo, es fuerte.

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