Vistas de página en total

jueves, 13 de diciembre de 2012

Welcome to The Jungle

Estoy sentada en mi silla, inmóvil, mirando al techo. Noto como el resto del mundo se mueve por todas partes, el bullicio se parece fundir con la realidad, yo huyo. Lejos. Al mar de tus ojos que me relaja los músculos del cuerpo, esos mismos músculos que se tensan con cada palabra de cada persona de esa clase, a cada persona que ya comienzo a ignorar para proteger mi mente... No me apetece nada, estoy allí, simplemente por estar. Por primera vez en mucho tiempo siento que  no estoy donde debería estar. Debería estar a un kilómetro y medio, abrazando tu cuerpo, con tu aliento en mi cuello y tu voz susurrando cosas en mi oído. Un te quiero, una canción suave, unas ganas terribles de besarte... Pero no. Estás muy lejos y yo estoy también demasiado lejos de todo. "Estoy bastante harta de todo, con pocas ganas de nada, ojalá volviera de nuevo el verano, el calorcito, la compañía de las personas a las que quiero, sin más preocupaciones que disfrutar de la vida... No sé, lo echo de menos. Supongo que mi vida ha cambiado demasiado con el paso del año, pero sobretodo en verano. No sé, este verano ha sido distinto, ha sido genial. Y lo echo de menos, ¡joder! Echo de menos despertarme a las dos de la tarde y vestirme corriendo para irte a ver, o simplemente para ir con la panda de locos que tengo como amigos..." Eso pienso mientras la clase avanza, me da igual, seguid hablando, hoy no me importa nada. Me da igual, estoy hasta donde mi mente abarca y no pienso callarme por nadie. Soy una chica rara, y puede que eso os haga gracia, puede que la toméis conmigo porque soy rara, pero me gusta serlo. Me encanta que esos ojazos verdes me miren a los míos azules y me digan: "Que rarita me eres." Y yo derretirme, en el acto.
Soy rara, me gusta, me divierten mis neuras extrañas. Si no te gusta, te giras, no me mires, no me hables, no me haces falta. Siempre acabo harta de vosotros, siempre me sacáis de quicio, pero todo se me pasa cuando llegas y me besas y abrazas, tan fuerte que me espachurras, y me levantas por los aires mientras yo sonrío sin poder evitarlo, mirándote a los ojos fijamente y acabando besarte. Porque eres lo mejor de mi mundo.
Bueno... Debería regresar a la realidad, mis compañeros cuchichean y tengo que enterarme, eso me mantendrá atenta a lo que me puedan hacer, me siento como en la puta jungla, y estoy en una simple clase de inglés... Odio este sentimiento, odio que cualquier ojo que se posa en mi, me juzga, sin conocerme. Se meten en mi vida fingiendo que les importo y no es verdad. Echo de menos los años en los que la gente era sincera no sé... ¿La guardería? La gente miente mucho, oculta lo que no debe y lucha demasiado por muy poco. La gente pierde los principios, a veces por gente o razones... Más o menos entendibles... Pero otras simplemente no saben que principios seguir y los cambian, los cambian buscando el acuerdo de todos. Menuda chorrada. Yo paso ya de lo que os parezca bien o mal... Sinceramente, dejadme en paz. Quiero equivocarme, caer y recogerme del suelo con mi sonrisa. No, no pienso detener mis pasos por vuestros estúpidos juicios morales cuando vosotros hacéis cosas mil veces peores. Si es que les odio, me sacan de quicio, me juzgan y ni si quiera saben por qué hago lo que hago. Iros todos a organizar vuestras vidas y dejad la mía en paz, que os garantizo que está muy bien como está. Si caigo, me levanto, no os preocupéis por mi.

No hay comentarios:

Publicar un comentario