Vistas de página en total

sábado, 6 de octubre de 2012

Sonrío.

Caí mil veces, pero siempre
me levanto del suelo, ¿Como?
SONRIENDO.
Me derrumbé en un millón
de ocasiones y siempre
encontré la forma de
levantarme, fuerte y
sonriendo.
Tú te convertiste en mi
respaldo, en lo que me daba
ganas de respirar, en lo que
me hacía siempre sonreír.
En aquello que yo más quiero,
en lo que me da aquellos besos,
en los brazos que me abrazan,
en lo que me hace ser feliz,
sin más, tú eres mi felicidad.
Ya no tengo que buscar nada,
a tu lado tengo todo lo que más
he deseado y desearé.
Porque tú consigues iluminarme
el camino que debo seguir,
que tú me sientas en el suelo
y me demuestras cada momento
todo lo que me quieres y todo
lo que yo te quiero a ti.
Por fin soy realmente feliz,
por fin he encontrado aquello
que no me haga llorar, al contrario,
que me seque las pocas lágrimas
que pueda llegar a derramar.
Gracias por estar ahí, gracias
por quererme siempre así,
gracias por ser tú y
por demostrarme todo
tu amor en un solo instante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario