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domingo, 4 de marzo de 2012

Relaciones Famosas

Mary caminaba lentamente por la alfombra roja, parándose ante todos y cada uno de sus fans, ella era así, procuraba que todos pudieran hacerse una foto. De pronto sus dos grandes, verdes y brillantes ojos, se cruzaron con los de aquel desconocido tan... Apasionadamente misterioso. Mary Tenía que entrar a la antesala de los Óscar, nunca había pensado que en su primer año como actriz fuera a llegar tan alto. Ella iba acompañada de Christian, su pareja ficticia de aquel momento. Su asesor la decía que siempre debía tener un novio  rico y guapo para que no la pusieran verde en los programas rosas tan odiosos de la televisión. Christian era un famosillo del tres al cuarto, solo era famoso por todas las famosas que se había tirado y porque su padre era el dueño de una de las operadora de televisión más famosas del momento. Su relación era una mentira pactada entre sus asesores, pero Christian pretendía encandilar a Mary para añadirla a su lista de presas famosas. Pero Mary no pretendía dejarse llevar por los falsos encantos de aquél muchacho y, mucho menos, adentrarse en su alcoba. Pero el chico de la alfombra roja tenía un no se qué que hacía que Mary no pudiera para de pensar en sus azules, casi grises, ojos. Era un brillo especial del que nadie escapaba, Mary había caído por el laberinto que eran aquellos increíbles ojos y no podía salir. Al acabar la fiesta, Mary, salió del brazo de Christian pero buscando con la mirada al misterioso de los ojos azules. Christian se dio cuenta de que algo o más bien alguien le rondaba la cabeza a su acompañante y decidió plantarla un gran beso delante de todos lo paparazzi para que quedara constancia de su "relación". Pero Mary le empujó para despegarse de él pero nadie se dio cuenta. Ron, el muchacho de los ojazos azules, vio aquella situación y se fue sin pedirle el autógrafo que había ido a buscar de Mary. Se sentía fatal, él también había notado algo raro en la mirada de Mary que le había hecho pensar que tal vez... podría conseguir una cita de aquella nueva, brillante y preciosa estrella. Mary vio a Ron alejarse corriendo y decidió ir detrás de él pero el brazo de su acompañante le detuvo y la acompañó a la limussina para asegurarse de que no le dejaba tirado. Toda la semana pensó en aquel muchacho y soñó con su morena piel acariciándole el torso y sus mano sujetándole la cara para luego besarla. Otras fiestas y la misma búsqueda de la mirada de aquel muchacho. Por fin la encontró y se acercó a él dándole en mano una nota con su teléfono y el hotel en el que estaba durmiendo aquella semana. Ron le dedicó una gran sonrisa y la dio un beso en la mejilla para confirmar lo que ambos ya sabían, que se habían enamorado de su simple presencia.  Aquella semana gozaron de una relación amplia e intensa pero Mary debía viajara su casa el mes siguiente y cada día, ese día, estaba más cerca. Ninguno quería que llegara.
Aquel día llegó y Ron la acompañó al aeropuerto para despedirse allí. Mary sacó de su bolso 2 billetes y con ese solo gesto le propuso a Ron que viviera con ella. Él aceptó dejando todo atrás, excepto su amor por Mary.

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