Un Beso desde la Soledad

Esta mañana me desperté, con ganas de rendirme. No me preguntes porqué, simplemente me he levantando pensando que no merece la pena seguir luchando por el amor que ya le pertenece a otra... De repente me he dado cuenta de que eso sería cobarde, ¡no me puedo rendir! Has sido lo que, estos últimos meses, me ha dado ganas de vivir. Lo que me mantiene con energía para poder con todo y con todos. No, definitivamente no debo rendirme, aunque sea lo  que quiero en estos mismos momentos. Debo atarme a la posibilidad de que tal vez, solo tal vez, te des cuenta algún día de lo mucho que significo para ti. Porque lo que tú significas para mi ya lo sabes. Te lo he dicho, y no me arrepiento de habértelo dicho. Ahora si quieres dar marcha atrás ya sabes mi respuesta. La cuestión es que no quieres dar marcha atrás y eso es lo que me duele. Que ya no puedo hacer nada por cambiarlo. Pero lo voy a lograr, no te voy a olvidar, pero lo voy a intentar. ADIÓS.