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jueves, 22 de marzo de 2012

El Mar

Sola, asi te esperaba en aquella fría habitación. No creía que volvieras, pero mi corazón no se rendía. De repente sonaron unos pasos seguidos de unos golpes en la puerta. Solo acerté a indicarte que la puerta estaba abierta, que yo estaba en el baño. Todo esto mientras corría hacia el baño para que no supieras que te estaba esperando. Entraste, con tu mejor sonrisa, un ramo de rosas rojas y unas ganas locas de besarme. ¡Casi me desmayo del beso que me diste!
La tarde fue dura. Sobre todo porque tú no paraste de hablar de tu ex. No se que te crees, pero te quiero a ti no esa tia. Nunca me olvidaré de aquella tarde, fue la mejor de mi vida. En ella me diste el primer beso, y me dijiste por primera vez que me querias. Pero ahora lo único quye esa tarde me produce es ira y añoranza, porque tú no estas, no volverás. Aquella ola te llevó a dormir para siempre al mar.

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