Vistas de página en total

sábado, 9 de abril de 2016

Grito de una Futura Madre.

A veces pienso que es mejor no ver la televisión, no ver el telediario que nos dice que la gente sigue igual de gilipollas. Hablando claro. Estoy tan sumamente harta de que se apoyen gilipolleces como la última manifestación por no sé qué famoso basura de tele cinco... Cuando se lucha por nuestro futuro bien que decís cosas como: "No os van a hacer ni puto caso", "Así no solucionaréis nada", "La violencia sólo engendra más violencia"... Y mierdas similares. Estoy muy harta. Porque puede que a vosotros mi lucha, nuestra lucha, os parezca una tontería porque después volvéis a dejar en el poder a los mismos de siempre. Los mismos hijos de puta que ya han demostrado que no saben ser seres humanos responsables, para con sus actos y promesas. Porque estoy harta de que habléis mucho y, sobretodo, critiquéis de más, y luego no hagáis nada. Todo es más cómodo desde el sillón de tu casa o la silla cómoda de tu despacho.
No, no me da la gana de que el día de mañana, mis hijas, mis hijos, mis hijes, les tuyos o les de cualquiera, tengan que sufrir las mismas atrocidades que he sufrido yo. No quiero volver a ver en las noticias a un niñe que se ha matado porque no podía seguir soportando los abusos que estaba sufriendo. No quiero que nadie se mire en el espejo y piense que es horrible porque, una panda de niñatos, así se lo ha dicho. Somos perfectes. Todes.
No quiero que, dentro de unos años, me encuentre a alguno de mis hijes frente al espejo cogiendose los michelines y deseando por todos los medios que eso desaparezca. No quiero que una talla les diferencie del resto. No.
Porque me duele que niñes de todo el mundo estén sufriendo por sus cuerpos cuando, lo que es correcto y lo que no, lo marcan personas que nunca han sufrido por ello. Porque no, porque no quiero que mis hijes pasen por lo mismo que he pasado yo durante toda mi vida. Porque en el momento en el que me salí de mi peso, me insultaron y me vejaron por ello. ¿Por mi peso? ¿En serio? ¿En qué mundo vivimos?
No soporto la idea de que aún hoy se metan conmigo, no lo soporto porque empiezo a quererme, pero aún no me quiero lo suficiente. Aún me miro en el espejo, con mi barriga entre las manos, y pienso: ¿Por qué soy tan horrible?
Y justo después me odio por pensarlo. Porque soy yo y no me merezco ese estúpido juicio de valor dirigido por la opinión pública que tengan de mí. No me merezco ese machaque constante.
Aunque creo que lo primero es que mi familia debería dejar de llamarme gorda día sí y día también, que mi familia se fije en la clase de persona en la que me he convertido y no en mi peso. No en mis pelos en el cuerpo o mis estrías. No.
Estoy muy harta de ver en la televisión a personas "perfectas" triunfar sin una pizca de talento por el simple hecho de ser famosas por su físico. Mientras miles de personas con un talento impresionante están trabajando en algún restaurante de comida rápida. No me parece que sea justo que miles de mujeres inteligentes cada día sean desechadas en una entrevista por ser mujeres. Sólo por eso. Porque el día de mañana tal vez sean madres (si ellas así lo quieren), y es muy caro mantenerlas la baja durante ese período. Me da asco que se nos juzgue por algo tan sencillo como nuestro género, que no sexo, si no género.  Porque una mujer trans es insultada de igual manera que una mujer cis o cualquiera que se salga de los cánones de belleza y normalidad establecidos. Estoy muy harta de que cada vez que se hablan estas cosas en cualquier sitio; lo primero sea llamarnos FEMINAZIS, y lo segundo sea desacreditarnos solo por ser mujeres. Sólo porque tú opinas que estoy equivocada.
Lo siento chicos, (esa rama del género masculino que tira a machista), no podéis llevar la voz cantante en la lucha feminista porque no habéis pasado por lo que se reivindica, no se os ha menospreciado por ser de una forma determinada que ven errónea. (Fuera del movimiento por tallas normalizadas, que ahí sufrimos todes por igual, incluso las personas consideradas dentro del cánon.)
Así que no me da la gana de quedarnos quietos mientras todo a nuestro al rededor sigue igual, cuando seguimos siendo una humanidad superficial y absurda que marca unos patrones y, quién se sale de ellos, es erróneo. No lo quiero en mi vida. No quiero el dolor de saber que mis hijes sufren por algo que yo podría haber evitado.
Así que aquí digo que la lucha continúa hasta que el último de los problemas sea erradicado, desde el hambre hasta la superficialidad. Todos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario