Vistas de página en total

lunes, 27 de febrero de 2012

El Secreto del Hada

Mina vivía en un pueblecillo de Alicante en el que veía el mar cada mañana al despertar y todas las estrellas por las noches al acostarse. Vivía con Eli, una muchacha que le había pedido que le acogiera unos días y ya se había convertido en su compañera de "piso", si a aquella vieja mansión heredada de la familia de su, ya fallecido, marido se podía llamar así.
Nunca había pensado en convertirse en la pareja de una mujer, ya que ella adoraba la compañía de los hombres, pero con el paso del tiempo comenzó a ver a Eli con otros ojos y soñaba con sus manos acariciando cada recodo de su ya maduro pero precioso cuerpo. Mina había cumplido aquel invierno 30 años de vida complicada y torturada. Su tez morena, pelo negro y ojos azules como el mar brillaban desde que salía el sol hasta que la luna dejaba de iluminarla.
Eli, a diferencia de Mina, en verano cumpliría 19 años, su vida había sido un total desengaño de los hombres y ella si que había decidido pasarse a la otra acera. Cuando era pequeña su padre la pegaba y violaba sin que ni siquiera su hermano hiciera nada, cuando fue creciendo tuvo un par de noviazgos  muy mal parados, uno de los peores fue el de su marido Ralf que decidió dejarla embarazada únicamente para después divertirse con su hija, ella no toleró que le hiciera eso a su hija y mató a su marido. La familia de Ralf le quitó a su hija y ella tuvo que huir para evitar que la encerraran en un manicomio o la mandaran a la cárcel. Cuando huía llegó a la casona de Mina y se quedó allí a vivir con ella para, al principio, subsistir y, luego, intentar encandilar a la que se había convertido en el amor de su vida.
Mina amaba en secreto a Eli, porque ella no sabía que Eli era amante de las mujeres, y Eli amaba en secreto a Mina porque, tras saber que había estado casada casi 30 años con el verdadero dueño de la mansión, creyó que no la amaría nunca.
Una noche ambas dormían cuando el Hada del Amor entró por la ventana de Mina y la espolvoreó unos polvos para que empezara a insinuarse a Eli de forma sutil pero acertada, depués entró en la habitación de Eli y le dijo al oído que se fiara de su belleza y se lanzara a por Mina, que era la mujer que ella había estado buscando toda su vida. A la mañana siguiente comenzó Mina preparando un delicioso desayuno a Eli compuesto de: Leche, fresas con chocolate y tortitas con nata. Eli se levantó contenta y con grandes ganas de lanzarse a por Mina, llegó a la cocina y observó lo hermosa que estaba Mina aquella mañana y lo bien que le quedaba el delantal. Cuando entró Mina le dio un beso en la mejilla que la ruborizó, luego se dispuso a desayunar pero cuando estaba hechando la nata se le escapó un poco a la preciosa camisa de seda de Mina, quien le devolvió la jugada con un gran chorro de sirope sobre su pelo rubio. Tras un rato de ensuciarse mutuamente se miraron a los ojos y se fundieron en un beso para acabar en la cama lo que hacía ya unos años, con la llegada de Eli a la casa, había comenzado. Ninguna de las dos volvió a estar sola nunca y siempre gozaban de su compañía hasta altas horas de la noche. Eran felices.

No hay comentarios:

Publicar un comentario