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jueves, 1 de septiembre de 2022

Diez Años Contigo

La verdad es que me parece increíble estar escribiendo esta entrada. Hace una década le pedí salir al que es hoy el padre de mis gatas. Al que ronca a mi lado cada noche cuando no puedo dormir y a veces tararea en sueños unos segundos. Algún día seré capaz de grabarle y dejará de ponerme en duda.
La verdad es que después de tanto tiempo me siento pesada repitiendo una vez más por qué le quiero. Porque no necesita ninguna explicación, simplemente es la persona que está cuando el resto del mundo desaparece. Es la persona que está cuando me derrumbo y me rompo en mil pedazos. Es quién me agarra las manos cuando en pleno mentalbreakdown quiero hacerme daño. Es quién me hace aquellas burocracias infernales que me causan tantísima ansiedad que me bloquean. Es quién me cura las heridas y quién me ayuda a ducharme o caminar cuando no puedo yo sola. Es quién me anima cada día a ser mejor persona aunque sea un desastre.
Llevo 3 años en los que siento que todo a mi alrededor se desmorona, que todo se va a la mierda. Y aunque odie con todo mi corazón que su solución siempre sea esa, él siempre me dice que saldré de esta. Es quién se mantiene conmigo a flote en mitad de la tormenta y quién me apoya en absolutamente todas mis cosas. Da igual lo difícil que sea, él hace lo que puede para que yo tenga todo aquello que deseo tener. Él ha estado a mi lado cuando he querido dar las charlas, ha sido mi público de prueba y mi técnico de diapositivas. Él ha escuchado mi libro prácticamente entero, me ha visto llorar escribiéndolo, y me ha acompañado cuando necesitaba que estuviera. Hemos pasado muchísimas cosas juntes, hemos crecido como personas complejas e independientes que han querido compartir sus vidas y hacer una gran vida juntes. Y cada año me digo que ese año será mejor, pero admito que los últimos no lo han sido. Porque como digo, muchas cosas a mí alrededor han ido mal y yo no estoy bien. Yo llevo muchos años rota; y ahora mismo solo soy un montón de trozos de cristal mal pegados con celo que si los tocas se desmoronan y te cortan en el camino. Estoy muy cansada de pelear pero quiero seguir aquí con él y tener nuestra vida soñada algún día, en la que sea feliz. Y en la que hacerle feliz, por supuesto.
Hoy, después de mucho tiempo sin escribir específicamente sobre él (aunque mencionandole mil veces), le escribo este montón de pensamientos insomnes para recordarle que le quiero y que quiero que esté siempre a mi lado. Porque no concibo la vida sin que él sea parte de ella, y no quiero concebirla de esa manera nunca más. Quiero seguir siendo el motivo por el que la gente aún cree en el amor.

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