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domingo, 22 de diciembre de 2013

Ya no queda Mucho.

Se hace duro, me quedo en silencio y olvido. Me quedo callada tratando de aparentar estar bien. Pero se me hace duro. Es difícil aparentar estar bien mientras el dolor me taladra cada milímetro de mi, no puedo fingir que todo sigue bien, no soy capaz de parecer convincente ante una mentira como esa. No, no puedo seguir luchando contra algo que ni siquiera puedo ver, algo que se encuentra dentro de mi, que es parte de mi. Que me quita poco a poco el aliento, cada fortaleza.
Me quedo sin nada por lo que seguir, pero entonces llega él, toma mi mano y me levanta suavemente del suelo, susurrándome que puedo con todo. Que todo está siendo injusto, que no merezco esto, que el día de mañana tienen que compensarme cada lágrima y que no permitirá que llore ni una sola vez más. Que para él soy lo más importante y que no queda nada más que seguir adelante con la vida intentando mantenerme... Pues eso, viva.
No sé, a veces pienso que se equivoca, que he tenido que hacer algo para que me toque esto a mi. Puede que creáis que son quejas de niñata que no tiene ni idea de lo que es pasarlo mal en la vida, creo que os equivocáis. He pasado muchas cosas que otras personas más mayores y más maduras no hubieran sido capaces de soportar. Se supone que soy la fuerte, la luchadora, se supone que puedo con esto y con mil cosas más. Se suponen demasiadas cosas que en la práctica no son tan sencillas, porque no tengo una vida normal, no tengo forma alguna de ser una persona normal. Me autocompadezco de mi, supongo, nunca he entendido hasta que punto una persona es realista y hasta que punto se autocompadece, es una cosa muy subjetiva. Yo considero que todo lo que os escribo es así, pero me sé de unos cuantos que me darían una colleja correctiva si pudieran, pero no pueden. Es difícil el día a día, me es muy complicado mantener mi vida como está para seguir sonriendo cuando el mundo sigue avanzando y las cosas siguen cambiando, siempre cambian, siempre desaparece lo bueno lo primero y se queda lo malo para el final. Siempre intentan hacernos creer que necesitamos ese cambio sin darnos la opción de mantenernos en esta situación un poquito más, disfrutar de lo que nos hace felices un poco más. Puede que penséis que esto es muy negativo y que yo no escribo casi nunca estas cosas, pero es que las cosas cambian. Bueno, las circunstancias cambian. Cuánto más vivo, menos positividad me queda, pero bueno, mientras respire estaré bien, total, siempre podría ser peor. Total, siempre podría estar muerta y eso sería peor.

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