Vistas de página en total

lunes, 30 de abril de 2012

Un poco de Sinceridad... Que no viene mal.

Creo en el cielo azulado.
Creo que existe el deshielo.
Creo que, si no estas,
yo no quiero estar.
Creo que nada es un sueño,
todo tiene su principio
y su inevitable final.
Creo que puedo
encontrar el beso
de un esquimal.
Creo que no necesito verte,
solo necesito dejar de quererte.
No quiero olvidarte.
No quiero que me olvides.
No quiero llegar a un punto
en el que tú ya no existes.
Quiero un adiós sincero,
mientras me quedo en el suelo.
Esperando,
mirando, como se va
todo aquello que yo anelo.

Semana de la Madre

De hoy en seis días será el día en el cual se celebra todo el esfuerzo, los desvelos, el cariño, el trabajo, las pocas ganas de aguantar pero aguantarte porque te quiere. Todos lo Te quiero después de estar llorando, todo el apoyo que te dan. Porque aunque crean que te equivocas están ahí para apoyarte en todas las decisiones y para levantarte del suelo si te caes. Todos los consejos que no tienen sentido al principio y a menudo cobran sentido cuando nos hacemos mayores... Y por todos esos días con fiebre, mocos, vómitos y tu madre a tu lado para cuidarte hasta que te recuperes porque las madre nos quieren y este domingo es el día de demostrarlas que nosotros también las queremos.

FELIZ DÍA MAMÁ. TE QUIERO MUCHO :)

sábado, 28 de abril de 2012

Soledad entre la Gente

Frío, detrás del pequeño hotel solo se notan el frío y la soledad de aquella oscura noche. Espero impaciente la llegada de la madrugada... Llevo días sin poder dormir pensando en la mirada amarillenta que se aprecia detrás del contenedor, sé que allí hay algo pero no me atrevo a mirar. Una noche pude ver un fracción del rostro de lo que creo que es una muchacha joven y claramente desnutrida. Procuro dejarle comida cuando me voy, y cuando vuelvo sé que se lo ha comido porque no están. ni ella ni la comida. La verdad es que no me puedo permitir dejarle demasiada comida pero lo intento: Un plátano un día, nada el siguiente... Así llevo casi dos meses y todavía no me dirige la palabra. Creo que lleva muchos años viviendo en la calle, por suerte yo solo tres meses, tres horribles meses de hambre y penurias... Bueno de momento sé que no estoy solo, está esa chiquilla desnutrida que no habla y que tiene en la mirada un toque de tristeza mezclado con un poco de locura.
Un día me levanto y veo a la muchacha acurrucada a mi lado, ha sido una noche muy fría, cuando me levanto ella se despierta y se asusta al verme allí. Solo corre a su escondite y descubro que todavía no me va dirigir la palabra.
Pasan las noches y por fin me habla. Una noche se acerca con una cara de terror indescriptible y me abraza sintiendo mi calor y yo el suyo, le doy de cenar y se sienta a mi lado a charlar. Por fin
- Soy huérfana y huyo de mi familia de acogida.- La sangre se me heló tras oír esas palabras, ¿qué podrían hacer unos padres para que su propia hija se fuera de casa? Pero ella en seguida me aclaró mis dudas:
-Mi padre de cogida bebe mucho y maltrata a todos los niños que tiene adoptados (incluida yo) y a su mujer. La mujer es una señora muy buena y amable pero no parece tener interes en que su marido deje de pegarnos. Cuando nos pega a nosotros no la puede pegar a ella.- Creo que mi rostro reflejo claro horror, porque ella en seguida se ruborizó y dijo:
- Lo siento, no pretendo que te de pena, necesitaba desahogarme con alguien y tú eres muy bueno conmigo.- Después intentó volver a su escondite con los ojos inundados en lágrimas, yo la detuve.
- No te vayas, por favor. No me molesta que me hables de tus problemas, lo que pasa es que me frustra mucho que todavía haya gente así, que daña a la gente que supuestamente quiere.- Al terminar esta frase supe que tenía lágrimas en los ojos, pero las contuve porque ella ya estaba llorando a moco tendido.
-No puedo volver a casa, me matará.-
-No vuelvas, quédate conmigo. Yo te protegeré de ese idiota y conseguiré comida y refugio. Mañana iré a buscar un empleo y con el primer sueldo iremos a buscar un piso, no pienso dejar que te mueras.- Dije con las lágrimas surcándome las mejillas. En ese momento supe lo mucho que esa muchacha me importaba... Y no la pensaba dejar morirse, ni herirse, ni nada que la pudiera hacer algo de daño. Por mínimo que fuera.
Me fijé en su cara, estaba blanca y le pedí que me digera lo que la ocurría.
-Tengo miedo.-
-¿De qué? Nadie te hará daño mientras yo esté aquí.-
-Pero tú me puedes hacer daño.- Dijo con un relejo de sinceridad y temor en la cara.
-Nunca te haré daño. Te lo prometo.- Dije totalmente en serio y ella pareció notar que era verdad porque me abrazó y me beso suavemente los labios.
La amé el resto de nuestras vidas, que fueron ricas, felices y llenas de hijos.

martes, 24 de abril de 2012

Pequeño Sinsajo

Se ve a lo lejos,
la mirada perdida
de una pequeña niña.
Se nota en el aire,
el olor putrefacto
de toda esa sangre.
Quiero gritar:
-¡Huye, vuela!
¡Puedes llegar al mar!-

El cuerpo
se me paraliza,
cuando veo gritar y
una lanza atravesar
el pequeño cuerpo
que antes oí piar.
El horror se apodera
de mí y, con toda mi ira,
sesgo mi primera vida.

Después cojo
aquel pálido rostro,
lo cubro de flores
de múltiples colores
y, así, le digo adiós
a mi amiga y, con ella,
en aquel aereodeslizador
se va mi corazón.

Tal Vez

Una lágrima.
Tú, nada más.
Un bostezo,
intentando escapar.
Una mirada,
¡quiero más!
Un tal vez,
que nunca dirás.
Dos palabras,
que no dejo escapar.
Un te quiero,
te lo digo,
te anelo.
Recorrer tu cuerpo,
encontrarme sola.
Sin tu modelo.

Llego al arroyo,
en el recuerdo,
como me dabas tu apoyo.
Recojo todo mi dolor
y lo muevo a la mente,
allí no duele...
Me lavo la cara.
Aún refleja tu mirada.
Encontré en un viejo roble
tu nombre
junto al mío.
¡Qué tonta he sido!

El recuerdo del amor,
que no encontré en ti,
duele más que cualquier
daño físico.
Tú... Haces que la luna
tenga todo su brillo.
Tú... Me acercas
a la verdad.
Tú... Eres todo lo
que yo necesito

viernes, 20 de abril de 2012

Amor de gatos

Atardecer, la Torre Eiffel detrás de la extraña pareja. Dos gatos comían juntos en un callejón alejado de toda la polución que la ciudad contamina emite, sus pequeños hocicos se sienten arder por el picor de lo humos. Por eso cada vez que pueden huyen hacia el río, allí el aire es algo más limpio y las pisadas de los gatitos se pierden en la arena intentando encontrar un buen lugar donde pasar la oscura, húmeda y borracha noche. Hoy prefieren quedarse en aquel callejón, los ojazos naranjas de Perla brillaban detrás de las sillas del bar-restaurante del callejón. Mientras la luna se postra en el lomo de Carl, que brilla hoy mucho más que otros días. Ambos no brillan por estar limpios, si no por la cantidad excesiva de grasa que hay sobre su pelo. Ninguno recordaba alguna vez en la que les lavaron... Sus dueños habían fallecido y no tenían a nadie, solo el uno al otro...
Aquella Noche la luna era de un tono anaranjado y los gatos compartían un poco de pasta putrefacta que Carl había encontrado en el contenedor y por fin comían después de tres días sin hacerlo. Y eso era un grave problema teniendo en cuenta que Perla pariría en unas semanas y no estaba lo sufidientemente gorda para traer unos gatitos sanos a este podrido mundo. Pero se habían arriesgado.
En ese instante una niña se les acercó, les cogió en brazos y nunca les volvió a dejar que tuvieran que comer de la basura o dormir en la calle. Y crió a todos los cachorrillos que vivieron siempre con ellos.

sábado, 14 de abril de 2012

Fantasmas en el Espejo

Mar,
a todos los lados
solo veo agua de sal.
Cojo mi bañador
y me introduzco
en el agua helada.
Junto con el escalofrío,
que recorre mi cuerpo
hasta el alma, encuentro
tu calor, tu cariño, tu olor...
que se supone que,
para mi, ya no es nada.
Y siento de nuevo
tu cuerpo rozando
el mio. Y pienso:
¿Caeras en el olvido?
Me volveré loca
si no obtengo tu abrigo.
Me creeré olvidar
si no te vuelvo a observar.
Pero será una vil ilusión,
que en un rincón,
de mi marchito corazón,
seguirás.
Como un fantasma
que nunca se va.
No quiero dejar
de quererte.
Solo quiero
que tú me ames.
No quiero olvidarte,
pero, si no lo hago,
me volveré loca.
Sé que, tal vez,
No merezcas todo.
Por que yo
te lo he dado todo.
Pero tú ya no aceptas,
ni mis caricias, ni mis abrazos
y por eso te hecho tanto de menos.

El Viento del Norte

Un suave aire recorría la pradera de verdes campos y brillante flores de diferentes colores. Las flores constaban de unas pequeñas gotitas del rocío que acababa de caer aquella madrugada, las aves canturreaban por encima de las cabezas de la pareja que había ido allí a pasar la tarde. La manta de cuadros verdes y blancos que habían traído tapaban un trozo de pradera, encima de ella estaba la cesta y los platos, nada más. La pareja jugaba al escondite en el bosque, Alex se había escondido tras la colina y Gerard lo buscaba para decirle lo que realmente les había llevado a estar allí. Gerard amaba realmente a Alex y le iba a pedir matrimonio, el miedo estaba paralizando todos sus músculos, quería que le dijera que sí, pero Alex no era muy aficionado al matrimonio y nadie de su familia sabía que era gay. Y mucho manos que tenía novio o que pensaba casarse con su novio.
Encontró a Alex y lo llevó hacia la manta y comenzó a servir la comida, de primero una ensalada verde con carne picada. De segundo un suflé de queso hecho a mano por él. Gerard era un chef excepcional. Al final sacó un anillo de su bolsillo y se arrodilló junto a Alex. Este comenzó a emocionarse cuando Gerard le dijo:
- Cariño, llevamos juntos 4 años y creo que estamos preparados para ir un paso adelante y casarnos, si quieres...- Alex interrumpió a Gerard con un beso en los labios y así selló la boda.
Se casaron en verano, en un restaurante con vistas al mar y fueron felices el resto de sus vidas.

viernes, 13 de abril de 2012

Aún te Recuerdo.

Encontré anoche,
mientras rebuscaba en el olvido,
una foto que me hice contigo.
Encontré en mi mente,
el recuerdo de aquel día,
de tu sonrisa.
Encontré en mi reflejo,
¿qué crees que me encontré?
Me encontré contigo.

Recorrí las calles,
en busca de tu olvido.
Para mi desgracia,
te encontré en un resquicio,
de mi mente ya oxidada.
Con un pqueño rastro
de tu cariño.

Mojé mi rostro,

no solo con lágrimas,
la lluvia marcó mi rostro, mi ropa
y un poco de mi alma rota.
Encontré en un abrigo,
ya hace tiempo caído en el olvido,
una nota.
En ella me amabas, me adorabas
y me buscabas.
Ahora no me buscas.
Y yo no te encuentro.

miércoles, 11 de abril de 2012

Mirame a los Ojos

Mirame a los ojos,
sabes lo que pienso.
Te hecho tanto de menos...
Te fuiste,
sin decir adiós.
Me dejaste,
sin ninguna razón.
Quise correr
detrás de tu olor.
No pude,
no dejaste nada
para buscarte.
Quise decirte,

que me equivoqué.
No me dejaste.
Quise quererte,
te fuiste sin dejarme 
probar.
Quise abrazarte,
cada noche,
antes del crepuscular.
Te fuiste
y me tuve que aguantar.
Aún te espero,
con los ojos negros,

por el rimel,
que se emborrona al llorar.

Receta para Ser Feliz

Áriel despertó con pocas ganas de levantarse de la cama, ¿para qué? Nadie la esperaba fuera del mundo de sus sueños. Era mucho mejor seguir soñando, seguir fantaseando, seguir en un mundo en el que el dolor era superfluo. Era mucho mejor no pensar en que sus padres ya no estaban, que su amado no sabía ni que existía y que sus amigos preferían centrarse en otras cosas. Nada la levantaba ese día de la cama... Al menos que apareciera por allí Luck, no se pensaba levantar.
Comenzó a pensar en el día en el que nada le había detenido para decirle a Luck todo lo que pensaba, que era un idiota por no seguir con su vida de forma normal aunque la chica a la que amaba pasaba de él. Entonces la historia cambio en su mente dejando que Áriel se relajara y se sintiera más feliz que hace unos minutos." En ese instante Áriel y Luck comenzaron a discutir:
-Es que no entiendo que te impide seguir con tu vida, ella pasa de ti, lo mejor que puedes hacer es luchar por olvidar y ser feliz con alguien que te quiera.- Dijo la muchacha con lágrimas en los ojos e intentando que él se diera cuenta de lo que sentía por ese muchacho.
-No puedo, cada vez que la veo se me hace un nudo en la garganta y no sé como decirle ni una sola palabra...- Dijo el muchacho con un hilillo de voz, un brillo de tristeza se vislumbró en sus ojos y Áriel intentó irse. Entonces Luck la cogió del brazo y la acercó a él, al principió Áriel intentó huir de sus brazos pero, cada vez que el rostro de Luck se acercaba al suyo, ella se relajaba y dejaba que las manos de Luck tocaran su piel dulcemente. Finalmente sus labios se fundieron en un beso, sin separare hasta que les faltó el aire."
En ese instante un escalofrío recorrió el cuerpo de Áriel mientras esta decidía salir de la cama. Igual que ella le había dicho a Luck que siguiera con su vida, no podía quedarse en la cama fantaseando con cosas que nunca ocurrirían... No con él, no ahora, no en ese instante tan perfecto que parecía de película.
Cogió la camiseta que Luck le había regalado, sin poder evitar olerla para localizar el olor de aquel muchacho. Encontró ese ansiado olor y se la puso, después se puso unos baqueros y continuó arreglando se para luego encontrarse en un banco del parque, sola, sin nadie ni nada que hacer. Pensando sin más.
Oyó unos pasos detrás de ella y no pudo evitar que su curiosidad hiciera que girara la cabeza y mirara quien venía hacia donde ella estaba. Luck, se acercaba con los ojos llenos de lágrimas y la mirada centrada en Áriel. Se sentó en el mismo banco en el que estaba Áriel y la cogió de la mano, todo esto sin que ella pudiera evitarlo. Se había quedado absorta mirando los ojos rojos del muchacho y preguntándose el porqué del enrojecimiento de estos. Pero el primero en hablar fue Luck:
-¿Qué haces aquí, tan solita y con este frío? ¡Estas tiritando!- Dijo el muchacho y ella intentó parar sus músculos para fingir que no sentía frío. No logró nada, Luck le donó su chaqueta y pareció que su cuerpo se relajaba. Él se acercó un poco más a la muchacha y ella se incomodó al pensar lo que minutos antes había pensado en la cama. Pero él la cogió del rostro y la besó, haciendo que esta se extrañara de lo que acababa de ocurrir entre ellos. Cuando se separaron, Áriel, le preguntó por lo que acababa de hacer:
- ¿Y esto?- Dijo la muchacha a media voz y sin poder evitar esbozar un sonrisa.
-Lo siento, pero necesitaba hacerlo, me he dado cuenta de lo mucho que significas para mi. Te quiero y quiero que me quieras, si no es así seguiré con mi vida. Como tú siempre me has dicho. Y...- En ese momento Áriel interrumpió la conversación y volvió a besar los labios con los que tantas noches había soñado y que la hacían tan feliz.

lunes, 9 de abril de 2012

Un Consejo

Mira dentro de tu alma y confirma lo que sientes, después mira a la otra persona y aclara lo que siente él/ella. Con solo una sonrisa se puede saber mucho de la persona amada.
Yo sé que es dulce, simpático, alocado, cariñoso, mimoso y que quiere a otra. Aún así, yo sigo adelante con mi vida, ya le olvidaré... De momento no puedo, pero algún día lo conseguiré. Eres la persona que necesitaba para continuar mi vida, eres la persona en la que pienso para continuar día a día. Tú, eres el único al que quiero. Pero tú no me quieres y me jodo y me aguantó, ¿que otro remedio me queda? Esperar  que te des cuenta de que valgo un poquito más de lo que tú te crees y que quizás, solo quizás, cambies de opinión y me quieras... Pero luego despierto de mi sueño y me doy cuenta de que es casi imposible que eso ocurra, para ti soy solo una amiga, nada más, y no te das cuenta de que te sigo queriendo. Me gustaría que, si lees estas líneas, te des cuenta de que eres la razón por la que me levanto cada mañana :D Gracias por estar ahí cuando te necesité, aunque fueras un borde... Te sigo queriendo, que lo sepas, y me molesta que me hables de la persona a la que quieres tú. Pero me jodo, te escucho y te aconsejo... Si hicieras caso a mis consejos... Igual no estaría aquí escribiendo esto. Pero bueno, que más da ya, seguiré adelante y encontraré un remedio para olvidarte...

domingo, 8 de abril de 2012

¿Qué es el Bien y el Mal?

Bien:
Es el amor de una madre, es cada buena obra que das sin esperar nada a cambio, es saber lo qué debes hacer y hacerlo. Nadie sabe todo lo bueno que puede hacer, hasta que lo hace. Porque ayudar a alguien que está sufriendo lo podemos hacer todos, porque darle un abrazo a alguien que llora no es un gran esfuerzo... Porque todos necesitamos que alguien nos diga que nos quiere de vez en cuando, así que díselo a las personas que quieres, para que lo sepan. El bien no es solo lo que puedes o debas hacer, también es pensar que una persona es buena sin apenas conocerla, es no juzgar sin conocer. Porque quizá te equivoques, pero mejor equivocarte y haber conocido a alguien malo que no conocer hay alguien que merece la pena.
Mal:
Es no conocer por miedo a ser eclipsado por la bondad de la otra persona, es no saber quién eres realmente. Es aparentar lo que no se es para ser mejor, es no saber qué hacer cuando ves a alguien llorando. Es pasar al lado de alguien que pide en la calle y no sentir ni siquiera pena. Es creer que eres el mejor del mundo. No lo eres. Nadie es mejor que nadie y eso deberían enseñarlo en casa y en la escuela. Se necesitan personas buenas que sepan qué hacer cuando se vean ahogadas. Se necesitan personas que hayan sufrido lo insufrible y que, aunque las insultes o maltrates, van a seguir sonriendote. Porque no sabes lo que una persona puede sufrir por tu culpa.
Un beso a todos los que sufrís por amor, amistad, familia... Lo que sea, sabed que la gente más humilde os apoya. Y las personas crueles que os creéis que es divertido hacer sufrir a los demás, que sepáis que me dais pena. EXACTO, no me dais ni miedo, ni asco, ni nada. Me dais pena. Pena por no poder querer a alguien por lo que es, pena por no saber ver la sonrisa de alguien triste para acercarte a esa persona y darle tu apoyo, pena por no saber lo que es el amor realmente. Feliz semana santa a los cristianos y felices fiestas de primavera a los demás... El amor de estas fechas debería ser mayor de lo que es. Debería estar presente en nosotros todo el año... Y dárselo a quien se lo merece, porque se lo merece!!

No te dejaré Ir

Quiero olvidar que no me quieres.
Quiero dejar de quererte.
Quiero cambiar el pasado,
pero no puedo.
Quisiera estar a tu lado,
cuando me necesites.
Quisiera decirte,
todo lo que pienso.
Pero no puedo,
porque te has ido.
Hace tiempo que te busco,
pero no te encuentro.
Hace tiempo que necesito
tu calor,
pero te has ido!!
No me queda nada,
por mi me marchaba,
la cuestión es que,
mi corazón, cree que
puedes volver.
Le da igual lo que
mi mente y tú le digas.
Él ya es tuyo,
y no se quiere separar de ti.

sábado, 7 de abril de 2012

La Horca

Una mañana Lander caminaba hacía el bosque buscando unas hierbas medicinales que el Galeno le había pedido, para curar al muchacho de la casa del panadero. El muchacho, llevaba unos cuantos días bomitando sangre y parecía que no iba a aguantar mucho. El Galeno pretendían darle una muerte digna, como toda su familia quería. Aunque Lander no estaba tan seguro de aquello, debía obedecerle, era el único que le apoyaba y le había acogido en su casa cuando no tenía a donde ir. Era su familia. Lander no era un Galeno, era el encargado de ahorcar a los que desobedecían a la autoridad, de vez en cuando ayudaba al Galeno en sus tareas más sencillas. Pero el nuevo sargento de la guardia militar era cruel y, desde que este había llagado al poder, Lander se había visto obligado a matar injustamente a unos cuantos campesinos que no tenían con que pagar los impuestos, por esta razón prefería ayudar al Galeno a conservar vidas que arrebatárselas a unos inocentes. Lander llegó a un lago donde la aguas cristalinas dejaban ver el fondo y pensó que sería potable. Se equivocaba. Nada más beber cayó desmayado, el agua estaba envenenada.
Despertó en una choza mal hecha, en el corazón del propio bosque. Se levantó despacio, intentando no marearse, y una hermosa muchacha de cabellos rubios y ojos negros y profundos entró, clavando la mirada en el muchacho. Se acercó a él y le ofreció un poco de agua para saciar su sed. Este aceptó, llevaba sin beber mucho tiempo. La muchacha se llamaba Minerva y era la hechicera más solicitada entre los campesinos que necesitaban de sus servicios, aunque el nuevo sargento no pretendía permitir que los campesinos recurrieran a la magia para salvar sus vidas, así que lo prohibió. Quién usara la magia sería ahorcado en la plaza del pueblo y Lander sería el encargado de hacerlo.
La muchacha le pidió a Lander que se quedara un par de días para asegurar que el veneno se eliminaba completamente de su organismo, no puso impedimento en lo que ella le pedía. Era francamente atractiva, el tiempo que pasara con ella sería un sueño. Pasaron los días y se enamoraron, las cosquillas por la noche, los abrazos y besos por las mañanas y las caricias a media tarde... Era todo perfecto. Pero Lander se fue, una mañana Minerva regresó del mercado y se encontró una nota sobre la mesa de la cocina:
"Minerva,
Te quiero demasiado y no quiero ponerte en peligro. Si me quedo más tiempo en tu casa, comenzarán a buscarme y te encontraran a ti, tal vez te maten y harán que yo haga el trabajo sucio, harán que yo ponga la cuerda alrededor de tu cuello y que de a la palanca para acabar con tu vida. No puedo permitirlo. Por esa razón te digo adiós.
Siempre tuyo,
Lander."
Minerva se desplomó sobre la silla de la cocina y llenó de lágrimas la carta. Comenzó a escuchar unos cascos de un caballo. Minerva se escondió en el momento en el que un guardia entraba en su casa y comenzaba a buscarla. La encontró.
Se llevó a la muchacha a la corte y el rey la condeno a la horca. Lander se desplomó al conocer la noticia y pidió clemencia hacía la muchacha lo que hizo que la muerte de esta fuera más horrible, la torturaron antes de matarla.
Al alba Lander se levantó sabiendo que ese día iba a matar a la única persona que iba a querer nunca. Llegó a la plaza sin ganas de seguir viviendo, se colocó delante de Minerva, la besó y le colocó la bolsa y la cuerda alrededor del cuello. Antes de marcharse le susurró al oído:
Te quiero y siempre lo haré.Se acercó a la palanca y observó las miradas de los campesinos atónitos por lo que acababa de ocurrir en esa plaza. Tiró de la palanca y observó como el cuerpo de Minerva se iba quedando poco a poco inmóvil. Después cogió su machete y se rasgó el cuello, muriendo junto a su amada.

viernes, 6 de abril de 2012

El Color del Amor

Ayer te besé,
en realidad lo soñé.
Ojalá hubiera sido real.
Me dijiste qué sentías,
me dijiste que me querías.
Nunca olvidaré
como me sentí
cuando te creí morir.
Nunca olvidaré lo bien
que me sentí,
cuando no te tuve
que despedir.
Te quiero más,
cada día más.
Quiero darte un beso
de verdad, no el del sueño.
Quiero caminar,
a tu lado, nada más.
Como en mis sueños,
besarte, abrazarte y decirte
TE QUIERO.

La Tierra

Alex caminaba por la cubierta del barco que ahora era su hogar. Los tripulantes de aquel navío eran su familia y sus habitaciones su mundo. Llevaban tres meses de viaje y no habían encontrado tierra por ninguna parte, el nuevo mundo al que la raza humana había llegado parecía ser únicamente agua. Ninguna de las imágenes que el satélite había cogido daban a entender que hubiera tierra y, por lo tanto, tampoco había agua bebible. Pero se habían metido en el barco para comprobar aquello, por si la tierra era demasiado pequeña para que el satélite la captara. De momento ni rastro. Excepto por las aves que viajaban por encima de sus cabezas, parecían muy bien alimentadas y descansadas, tendría que haber algún lugar en el que aquellas aves pudieran descansar. Una nave pasaba todos los meses por encima de sus cabezas para entregarles agua para un mes.
Una mañana Alex se levantó antes de la hora del desayuno y decidió ir a la zona de estribor del barco. Allí vio la cola de un animal marino, la cuestión es que las escamas eran de una tonalidad rosada y brillante. El animal hulló cuando notó que Alex lo observaba. Alex se quedó maravillado con la hermosura del animal, pero no observó nada más que su cola. Alex estuvo varios días yendo al mismo lugar donde había encontrado al extraño animal. Una mañana, muy pronto, Alex volvió a observar la cola del animal y el resto de su fisiología: era lo que ahora, en la Tierra, conocemos como una sirena. Pero llevaba una camiseta como una "persona" normal. se acercó a la muchacha y la preguntó su nombre, la chica susurró una cosa en otro idioma que él no conocía. Lo poco que entendió le hizo ver que la muchacha pertenecía a una tribu que vivía en el mar y que nadie debía verla hablando con ningún ser de las piernas, como ellos los llamaban. Alex le dio una concha del mar para que la muchacha comprediera que no quería hacerla daño, sino ser su amigo. La chica se puso la concha sobre sus preciosos labios y comenzó a cantar, de ella salió una hermosa melodía que atrajo al restro de su tribu a la superficie, incluido el que parecía el rey y el padre de esta encantadora muchacha. El rey le concedió a Alex el deseo de visitar su mundo marino con el resto de su tripulación, el rey les dio un traje que les permitía respirar bajo el agua y fueron allí. Observaron que las aguas eran de color verdoso desde el interior y que todo lo que les rodeaba era precioso... Las hojas de las algas marinas brillaban con el poco sol que entraba por la superficie y los animales les tenían algo de miedo pero eran de unas formas maravillosamente curiosas. Vivieron durante otros seis meses más con ellos y Alex conoció mejor a Yaunma, la sirena. Se enamoró perdidamente de ella, necesitó mucha fuerza para avandonarla... Pero tenía que volver a su aburrida vida en la verdadera Tierra. En el planeta de Yaunma no había ni una sola porción de tierra en la que plantar comida o en la que pudiera haber agua potable. tuvieron que abandonar la probabilidad de que la raza humana huyera a ese planeta y se extinguió junto con el Sol. Todos lo humanos perecieron excepto Alex. Yaunma le había ido a buscar e hizo un par de cambios en su genética para convertirlo en un sirenio y vivió para siempre con ella.

miércoles, 4 de abril de 2012

Coge Aire y Camina

La vida es un cúmulo de decisiones
que te llevan, sin más.
Sigo buscando las conclusiones,
¿quién las pudiera encontrar?
Si quieres verme de nuevo,
me vas a tener que buscar.
Porque yo me voy de este pueblo,
lejos, hacia el mar.

Quiero perderme en el bosque,
y besarte sin temer el qué dirán.
Sentirme de nuevo libre,
creerme que siempre estarás.
Buscarte entre las estrellas
y comenzar esta cuenta atrás.
Fingir helarme de camino a casa,
y saber que me abrazarás.

Mi corazón se marchita
mientras, yo te espero en la puerta.
Siento cada cosquilla,
de esas que te confirman que no estas muerta.
Hecho de menos tus besos.
Hecho de menos tus abrazos.
Hecho de menos tu sonrisa.
Hecho de menos tus caricias.

Pero si tengo que buscar mi lugar
prefiero que este conmigo.
No quiero olvidar,
lo que sentí al verte.
Solo quiero llorar,
ya que,
hoy no estas.
Y no volverás,
Nunca más.

Hojas de Abeto

Un brillante y enorme sol se vislumbraba entre las montañas nevadas, la nieve acababa de dejar de caer y había dado una tregua a los cansados y perdidos exploradores.Caty llevaba días andando buscando su casa, Alex había encontrado a Caty en un arroyo, él había ido a beber agua y Caty se había desmallado ante sus ojos. Antes de encontrar el arroyo Caty había estado andando durante días, sin encontrar otra fuente de agua. Justo cuando iba a beber, sus fuerzas cedieron y se desmayó sin poderlo remediar. Alex corrió a recogerla del suelo y la dio agua para intentar que mejorara, en dos horas Caty estaba despierta y ya se había puesto en marcha. Llevaba dos semanas perdida en el bosque y el alimento le costaba encontrarlo casi tanto como el agua por lo que, cuando vio que Alex era un excelente cazador y recolector no se separó de él y, con cautela, le pidió que la acompañara a buscar la salida del espeso bosque. Nada les iba favorablemente a estos dos chiquillos perdidos en la nada, el bosque era de abetos y la espesura le impedía encontrar la salida. Los animales, por suerte, no estaban acostumbrados a la caza y eran tan incautos que caían en las trampas mediocres de los muchachos. En nada se hicieron amigos en aquellas circunstancias hacía falta alguien con el que hablar para no volverse loco. Por las noches encendían una fogata y se echaban en su saco de dormir ha hablar de sus antiguas vidas, bajo las estrellas, recorrían todas sus conversaciones poco a poco con tranquilidad y cada detalle era importante para el otro, ya que al no saber el pasado de su amigo, lo necesitaba para entender la historia, empezaban a creer que nunca saldrían de aquel bosque, llevaban meses andando si encontrar la salida. Las comidas eran copiosas y la compañía maravillosa, todo el bosque se daba cuenta de que se sentían atraídos, y eso que todo lo que les rodeaba eran animales y plantas. Un día a Alex se le ocurrió una idea para salir de aquella trampa mortal que era el bosque para aquellos inexperimentados senderistas, decidieron seguir el curso del río. Todas las ciudades se construyen al rededor de una fuente de  agua y seguir un río es una buena forma de llegar a la ciudad. Estuvieron varios días de viaje y por fin llegaron a un pueblecito chiquitito en el que les alimentaron correctamente y les acogieron. Eran una gente muy simpática y amable, les dio pena tener que dejarles para seguir su camino hacía sus respectivas ciudades. Alex era de Zamora y Caty de Alicante, estaban en Marvella. A ambos les quedaba lejos su hogar pero por lo menos ya sabían donde estaban y como llegar a sus casas. Aunque no se atrevían a hablar de que harían, porque ninguno se quería despedir... Pero ya era tarde, estaban llegando a la primera parada: Zamora. Llegaron y los ojos de Caty se comenzaron a llenar de lágrimas, amargantes lágrimas causadas por la tristeza de despedir a Alex, su gran amor del bosque. Tuvo que tragarse sus lágrimas para evitar que Alex notara su tristeza y decidiera irse con ella. Debían seguir sus caminos, cada cual el suyo y, si más tarde se encontraban, mejor. Caty no estaba acostumbrada a decir lo que sentía y lo que sentía era amor. Caty se descubrió pensando en lo que sentía por el muchacho y se dio cuenta de que era la primera vez que pensaba en ello. Le quería.
Al llegar a Zamora  un nudo ató la garganta y la voz de la muchacha. No parecía contenta de que aquel extraño viaje hubiera acabado. Alex se percató de ello.
Llegaron a la casona lujosa y enorme de Alex y por fin durmieron juntos. Tras esa noche no se quisieron separar y Caty se quedó en la casa de Alex que era mucho mejor que la suya.

martes, 3 de abril de 2012

Un Destello en el Cielo Parte 1

Merella se aposentó en la gran hamaca de su terraza, la lluvia acababa de finalizar y desde allí se podía observar un precioso arco iris. Merella miraba aquella maravilla colorida mientras pensaba:
Rojo, Naranja, Amarillo, Verde, Azul, Añil y Violeta.
Cogió su mejor libro y comenzó a recitar en su cabeza poemas de Antonio Machado, mientras ese arco colorido se iba disipando poco a poco. Con cada frase magistral de Antonio Machado, ella trataba de no pensar en Jaul, aquella muchacha rubia que simplemente se había marchado, sin decir nada. Un adiós habría sido mucho más adecuado.  Pero había sido cobarde. Había cogido todas sus cosas y el corazón de Merella y si había largado. A Merella ya no le quedaba nada, su único motivo para seguir con su existencia, Jaul, se había ido meses atrás.  No le quedaba nada, entonces, ¿Por qué seguía con aquella farsa?
 - Porque su familia la necesitaba.-
Ella era la única de toda su familia que podía permitirse aquella fastuosa casona, así que todo lo que le sobraba iba destinado a sus hermanas. Que, desde la muerte de su madre, no tenía casi ni para comer. Ella les había propuesto varias veces que se fueran a vivir con ella pero Alma, la mayor, no lo permitiría jamás, ella era la tutora legal  de Angelice, la pequeña, que acababa de cumplir quince años, le quedaban otros tres para poder decidir como vivir. Pero se habían puesto de acuerdo para que Merella les proporcionaba una cantidad determinada de dinero para asegurar que ninguna de ellas pasara hambre, ni penumbras. Las cosas iban mejor desde que Merella acabara su carrera y había podido alcanzar una buena situación en su empresa sanitaria. Ahora era una cirujana reconocida y la vida les iba a mejor desde que esto fue posible. Además, Merella, era maravillosa en su trabajo, incluso antes de finalizar su carrera.
otra hermana a vivir con ella y dejara atrás la pobreza y la humillación de la casa que su madre, a duras penas, había conseguido pagar antes de fallecer. Nada le ataba a aquella casa, ni siquiera el recuerdo de su madre. Los recuerdos que esa casa emanaban era tristes y sombríos y era mucho mejor recordarla en otros lugares mucho más felices. Pero no se le ocurría nada, nada, nada. Su hermana era demasiado orgullosa...
La lluvia comenzó a caer suavemente y el libro de Machado se comenzó a mojar, primero suavemente y luego comenzó a empapar las letras maravillosas de aquella impresionante pieza. Merella no parecía darse cuenta del daño que la lluvia estaba causando en aquella pieza. Estaba demasiado embobada pensando en como conseguir que la orgullosa de su hermana se fuera con ella a su casa y se dejara de orgullo y viviera feliz.

lunes, 2 de abril de 2012

Cada Loco con su Tema

Coge el lápiz,
comienza a escribir.
Toma aliento,
piensa en lo  que vas a decir.
No creas en la tristeza de tu mirada marchita.
Solo en la esperanza
de esa alma que me evita.
Rueda por la tierra,
que otros pisan,
y mira las flores,
que por todos los lados brillan.
Creo en el pasado,
creo en el destino,
creo que tú estabas destinado
a estar en mi camino.
Mi locura,
es tu culpa.
Las ganas de llorar,
llegan hasta mí,
sin poderlo remediar.
Me despido de ti,
con el corazón en una mano,
y las palabras en la otra.
Nadie se quiere despedir.
Debo hacerlo por ti.

Una Respuesta y Ya

Tú estabas sentado en un banco, me habías llamado y aún no sabía para qué. Tu voz había sonado cortante pero dulce... Dulce... De repente se me vino a la mente las tardes de verano en el parque de al lado de nuestras casas. Tú, con tu mejor sonrisa y yo con los ojos empapados en lágrimas, no había tenido un buen día. Pero tú me hacías sacar mi mejor sonrisa cuando te veía aparecer... Porque tú eres lo que me daba ganas de seguir hacia delante. Aunque el resto del mundo no quisiera que yo pasara por alto todo lo que en mi vida acontecía. Como si a ti, lo que el destino marcara, te diera igual. Porque tú única meta era hacerme sonreír.
Con las manos sudorosas me acerqué a ti, con la mente anclada en el pasado y mis pensamientos volando, sin imaginar lo que ocurriría después. Me senté a tu lado creyendo que todo lo que habíamos pasado juntos, ese día se acababa, que me ibas a decir adiós y dejarme allí, con el corazón en la mano y la típica frase de: - No eres tú, soy yo.- Resonando en mi cabeza. Pero simplemente me besaste, te aferraste a mi mano y me llevaste a una casa en la que nunca había estado.
Cuando entramos, un hermoso dálmata, salió de detrás de la cocina y se dirigió hacia donde nosotros estábamos. Con un lacito rosa atado en su moteado cuello. Tú te acercaste a mi, con tus ojos fijos en los míos. Me perdí por un segundo en tu mirada, en tu verdosa mirada. Hasta que me llamaste la atención para decirme:
- Cariño, ¿quieres quedarte a vivir aquí conmigo?.- Dijiste, pillándome completamente por sorpresa. Solo supe acercarme a ti y besarte dulcemente, como mi respuesta. Te quería demasiado y, aunque me daba miedo dar aquel paso, sabía que al lado de una chica tan maravillosa como tú todo era posible, incluso los sueños que sonábamos en la cama del motel donde nos encontramos por primera vez. Nunca pensé que fueras tan escrupulosa. Eran tonterías comparadas con tus múltiples virtudes, pensar en esas insignificantes debilidades.