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miércoles, 11 de julio de 2012

El Ladrón de Bancos

Cerró la puerta y se sentó a esperar, esperaba una respuesta a aquella pregunta:
-¿Me quieres?- Preguntó Lucas cuando se dio cuenta de que Diana no se daría por vencida hasta que no le contestara.
-Sí.-Contestó Diana que sabía que lo que acababa de decir la ponía en un aprieto.
-Yo también te quiero, por eso debes confiar en mí. Cuando pueda te lo contaré todo.-Dijo Lucas y le dio un abrazo muy fuerte a Diana, ella lo necesitaba.
Llaman a la puerta y de ella entra un hombre trajeado que se lleva a Lucas, le acusan de no se qué robo al banco central. La duda se posó sobre la cabeza de Diana, ¿Sería Lucas culpable de aquella acusación? No le conocía lo suficiente como para responder sin temor a equivocarse. Pero sí para saber que le quería... Había corrido un riesgo al decirle lo que sentía, porque temía con toda su alma que él no la quisiera. Ya la había hecho daño demasiadas veces y su corazón ya no aguantaba remaches, ni parches, ni amputaciones. Si esta vez se rompía, rompería de verdad. Esperó en la ventana hasta que el coche de policía se hubiera ido con Lucas y se metió las manos en los bolsillos para subir las escaleras, tenía esa manía desde muy pequeña, su madre la decía que como se cayera no podría poner las manos y se haría más daño. Dentro de su bolsillo encontró una carta. La abrió, era de Lucas:
Hola Diana:
Solo quería decirte que te amo más que a nadie en este mundo, pero he sido yo el que ha robado ese banco, me gustaría que supieras que lo he hecho porque no tenía opción, mi madre se muere de cáncer y quería poder probar un último tratamiento antes de rendirse, pero no tiene dinero. Siento no habértelo podido explicar todo en persona,  pero la policía no nos hubiera dejado despedirnos. Tranquila, estaré en la cárcel unos cinco años y luego saldré. No hace falta que me esperes, aunque me gustaría que lo hicieras. No te guardaré rencor si decides no esperarme y te casas o te comprometes o cuando salga tienes novio. Tranquila, pero, si lo haces, por favor ven a decírmelo.
Te quiero.
Lucas.
Diana echó a llorar de forma desconsolada y tuvo que pensar bien lo que iba a hacer, le iba a esperar. Iba a esperar a un ladrón al que amaba con todas sus fuerzas, total ¿Quién no robaría un banco si con ese dinero salva a su madre? Por lo menos ella lo haría y por eso sabía que debía esperarle. Porque le quería.

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