Vistas de página en total

sábado, 7 de julio de 2012

Cielo e Infierno

Las lágrimas resbalaron lentamente por el pálido rostro de Almudena, en su último aliento justo antes de sellar su sentencia de muerte y reunirse en el más allá con su familia. Les habían acusado injustamente de asesinar a un mandatario importante de la gran ciudad. Nadie les iba a salvar de su final pero, justo antes de que la cortara la cabeza, Almudena maldijo a todos los que ese trágico día estaban allí para ver como los asesinaban injustamente. llegóal Más Allá y se reunió con sus hijos... Pero su marido no estaba. Caminó hacia las puertas del cielo y entró, al entrar un conjunto de ángeles se les acercaron y ella preguntó por su marido. Los ángeles no las respondieron, le dijeron que fuera a preguntarle a Dios, él le daría las respuestas que necesitaba...
Llegó al despecho de Dios con el alma encogida y asustada por lo que le hubiera podido pasar a su marido Harold. Entró y, en seguida, Dios la ofreció que se sentara y comenzó a contarle el por qué de que su marido no estuviera con ellos:
- Haber, su marido la fue infiel cuando estuvo viva con la vecina de quince años de la casa de los mormones. Y él fue el que asesinó al alto mando por el que os han asesinado a usted y a sus hijos, no se merece el cielo, pero tampoco está en el infierno.- Dijo Dios despertando la curiosidad de Almudena.
- Está en la Tierra, consiguió escapar y a él no lo mataron... Pero lo castigaré por todo el dolor que ha causado. Le mandaré una enfermedad horrible, la que tú elijas.- Dijo Dios despejando todas las dudas de la joven.
- No quiero que sufra, aunque él me fuera infiel, le amaba. Con él pasé los mejores años de mi vida y ahora lo prdono por todo lo que me ha hecho, no merece la pena hacerle sufrir, ya sufrirá cuando llegue al infierno y se queme en el fuego eterno.- Dijo Almudena con ganas de llorar... Pero no había ojos que empañar. Se fue del despacho, se acercó a sus hijos y les contó todo lo que Dios le había confiado. Los niños se sintieron solos, pero Almudena los consoló.
Su marido murió a manos de unos delincuentes que entraron en su casa mientras él dormía y le asesinaron, pasó la eternidad en el infierno y fue lo más desdichado que Dios pudo lograr que fuera para vengar a Almudena que era una buena mujer y no se merecía lo que él le había hecho

No hay comentarios:

Publicar un comentario