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jueves, 5 de julio de 2012

Lo siento, pero toca Reflexión XD

Me he dado cuenta de algo: Los tíos sois un misterio para nosotras y nosotras para los tíos. Esto se debe a que, a ambas partes, nos gusta ser misteriosas pero, ¿Para qué? A mi si me gusta alguien no se lo voy a ocultar, le mandaré indirectas (bastante directas) para que lo vaya pillando y, cuando sea el momento justo, no voy a mentirle sobre mí. No me gusta la gente que va de sincera y luego en realidad no la conoces... Esa gente suele ser imbécil o tener miedo a que le conozcan. Ambas razones son malas. Nadie debe avergorzarse de sí mismo... Yo lo he hecho, llevo un tiempo queriendo enterrarme bajo millones de mentiras para olvidar que la gente es cruel... Sabes, ahora mismo no quiero hacer otra cosa que demostrarle al mundo quién soy realmente y, a quien no le guste, que le jodan. Haber, no digo que algunas cosas no las ocultemos, porque todos tenemos rarezas que solo deben conocer la gente a la que queremos, pero; ¿Por qué ser totalmente diferente a los ojos de la gente que no conocemos? Eso nos ayudará a ser mejores amigos, novios, personas en general... Por que el mundo es enorme y, al mismo tiempo, es enano. Para la gente a la que queremos seremos maravillosos, espero, y para el resto igual estamos locos. Prefiero estar loca a vuestros ojos que saber que nadie me conoce porque me da miedo que me conozcan. Llegó la hora de ser ciudadanos de un lugar llamado mundo (no estoy haciendo publi de nada, aunque ese anuncio me encanta). Sabemos quienes somos, somos nosotros mismos y una pequeña parte de la gente que hemos conocido en nuestras vidas... Se te queda clavado algo de ellos, aunque sea una pequeña manía, un recuerdo que te lleva a hacer las cosas de forma diferente, una mala decisión que ahora no repetirás, una palabra que no puedes dejar de decir aunque te recuerde que esa persona ya no está. Tantas veces he visto que procuro no crujirme los dedos, porque a mi amiga Marta le da grima, me río en los silencios incómodos, por culpa de mi G-nomo favorita, otras veces he querido gritar muy alto y me he dado cuenta, de que la gente no esta sorda como yo, eso me lo dice López... También sé que no volveré a lanzarme sin pensarlo bien... Que la verdad a veces no es buena... Que nadie es perfecto y menos yo! Yo tengo miles de imperfecciones que he ido aprendiendo a amar. Me gustan mis enormes labios! Que la gente que me insulta lo sepa, la cosa por la que me insultáis... Me gusta, me gustan mis locuras en los peores momentos, me gusta saber que siempre estoy ahí para la gente que quiero, aunque eso signifique que no me preocupo lo suficiente de mi misma... Siempre pienso antes: Hay gente que está peor que yo, ¿por qué yo soy lo suficientemente importante para permitirme llorar, por estupideces, cuando ellos se tragan su orgullo y tiran para a delante? No lo puedo evitar, soy demasiado buena... Y qué! Me gusta que la gente diga: Mira, ahí va esa chica que siempre ayuda a los demás... O que no lo digan, ya ves, ahora mismo la opinión del resto del mundo me da igual, solo me importa unas pocas opiniones: Las de la gente que ha estado ahí cuando tenía ganas de morir. Porque sé que ellos no me darán opiniones falsas para hacerme daño, sé que serán sinceros si hago algo mal... Y sé que estarán ahí de nuevo si vuelvo a sentirme mal. Sinceramente, hoy me siento con más ganas que nunca de gritarle al mundo quien soy y sé que este me va a sonreír, porque después de todo esto... Creo que me lo merezco, ¿no?
Bueno, que espero que me hagáis un poquito de caso y que seáis siempre vosotros mismos.

2 comentarios:

  1. Ary, la gente que se dedica a criticar a los demás es porque no tienen una vida propia lo suficientemente amena...
    Es difícil no hacer caso cuando se meten con nosotros; siempre nos afecta de un modo u otro, pero tenemos que intentar no hacer demasiado caso. Ya sabemos cuáles son las personas que sí se merecen estar a nuestro lado.
    Muchos besos!

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  2. Gracias Isi, pero tardas en darte cuenta de eso y a veces la gente que crees que merece la pena te mete puñaladas traperas y te quedass unos días tristona. Pero después de un tempo te acabas acostumbrando ;) A mi ya a penas me molestan... Pero a veces tienes ganas de darles dos ostias, hablando claro.

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