cubriendo todo de polvo, muerte y cenizas mientras me encuentro
mirando el paisaje hecho nada, admirando mi propio caos.
Admirando mi rabia tantas veces controlada por no saber
seguir adelante si me ven consumir todo a mi paso.
Muy poca gente me ha visto realmente enfadada, pocas personas han presenciado
esta tempestad que veo aproximarse por el horizonte sin pausa y sin calma.
No suelo dejar que la rabia me consuma, no me gusta no tener el control.
Pero ha llegado un punto en el que ya me he cansado de seguir este rol
de doña perfecta que todo el mundo dice que quiere para luego no.
Para luego dejarme sola en medio del fuego sin entender que a mí también me quema.
No puedo seguir controlando todo a mi paso, todo se desmorona entre mis manos
mientras trato de detenerlo sin ningún éxito.
Van a colapsar dos universos y me quedaré en el vacío que quede entre ellos.
Sola, una vez más, sabiendo que no me he traicionado.
Sabiendo que por una vez, aunque sea desde la rabia, he elegido
qué merezco cuidados. Mis propios cuidados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario