Vistas de página en total

miércoles, 30 de julio de 2025

Discapacidad

Me duele todo el cuerpo,
hace días que a penas duermo.
Llevo meses sumida en ciclos de tormento
desencadenados por mí propio cerebro.
Estoy pasando por esto de nuevo,
un nuevo luto disca se abre ante nuestro
pequeño y gran universo.

Y tengo miedo de no volver a ser la que fui,
a la vez que sé que esa que busco hace mil
que dejó de estar buscándose aquí.
Ahora cabalgo sobre mi TARDIS negra sutil.
Tan sutil como un vestido rojo de lentejuelas en un funeral.
Tan sutil como todo aquello que quisisteis silenciar
y que siempre seré y siempre fui.

Tengo miedo de los cambios que experimenta mi cuerpo,
mientras busco las formas de mantenerme de nuevo.
Mientras busco la manera misteriosa de evitar este declive
hacía lo que se percibe como mis propios infiernos.

No quiero seguir pensando que este cuerpo no es bueno,
porque es lo que me permite estar aquí luchando sin miedo.
Pero al mismo tiempo es lo que me da miedo, eso que dije que no sentí.
Este cuerpo no es una cárcel, aunque la dismorfia y la disforia quieran
convencerme de que sí.

Mi cuerpo es la envoltura de todo lo que soy y de todo lo que aprendí.
De todo lo que lucho cada día por ser y por sentir.
Mi cuerpo no es perfecto. Nunca he querido que lo sea.
Solo quiero que deje de ser todo eso contra lo que pelea
mi cabeza traumatizada de tantas veces que me han dicho que tengo que cambiar.

Porque según todo este sistema de mierda, nunca seré
suficiente, buena, válida, hermosa, bonita, útil o si quiera servicial.
Y la parte de mi cabeza que ya lo sabe, me grita que no queremos ser esa.
Que somos muchísimo más.
Somos la diosa tullida, loca, hermafrodita, biciosa y promiscua
que siempre quieren quemar en la hoguera de San Juan.

Y aquí estoy, 28 orgullos discas más.
Y aquí estoy, mostrando cómo se ve mi verdad.
Como suena mi voz cuando trato de ser yo sin permitir que me destruya
aquello que jamás debió existir, ese odio primigenio que no me vencerá.

Orgullosa de mis cicatrices, porque marcan el mapa
de todas las batallas que ya he vencido y me guía a las que quedan por librar.
Orgullosa de mis herramientas de accesibilidad, que me permiten vivir sin dolor.
Orgullosa de mi cuerpo, aunque me dé aún asco alguna parte de mí.
Orgullosa de quién soy y de lo que una vez fui.
Orgullosa de todas las victorias que ya conseguí.

Y esperando rabiosa por el siguiente desafío que me lance
la vida para hacerle frente de la mano de esta manada
de Zebras heridas y cansadas que no me van a dejar caer.
Que lucharán siempre de mi mano, dentro de sus posibilidades,
hasta que este sistema sea quemado hasta los cimientos
y podamos simplemente vivir.

jueves, 3 de julio de 2025

Suficiente

No importa lo mucho que siga adelante, lo que luche contra todos estos desplantes,
no importa quién soy, quién fui, dónde estoy y cómo cojones he llegado hasta aquí.
Lo único que importa es la imagen que tienen de ti, el papel que interpretas en sociedad mientras te pisan.
"Eres demasiado sensible", "Te quejas demasiado", "Búscate problemas de verdad". Y aquí estoy,
una noche más con los ojos rojos de los ataques de ansiedad que ya han pasado
pero que mañana volverán a despertarme de las pesadillas que me atormenten cuando logre
dormir, si es que lo logro. Si es que hoy llega la calma a mi cerebro cansado y saturado.
Si es que consigo apagarme aunque sea solo un rato, aunque el deseo no sea solo un rato.
Quiero anestesiarme hasta que este dolor pare, hasta que todos los dolores desaparezcan.
Y no puedo porque hacerlo significa rendirme, significa dejar de cuidarme, significa olvidar todo lo que he luchado
para estar aquí. Para seguir al pie del cañón traicionando cada puñetera imposición que quieren que trague
mientras miro con la cara manchada de sangre al enemigo de clase, a aquelles que creen que podrán domarme.
Ja, nadie ha logrado jamás parar lo que soy, y lo han intentado demasiadas veces.
Nadie ha podido destruir lo que he construido con mis propias manos.
Y doy gracias a todas las personas que han hecho posible esa construcción,
sin olvidarme de que sin mí, no hubiera sido posible.
Que lo que tengo me lo he ganado a pulso, nadie me ha regalado nada.
Que no puedes pretender que la gorgona que tuvo que esconderse para salvar su vida,
ahora se detenga porque creas que ha perdido esta ridícula partida.
Soy mucho más que lo que siento ahora mismo. Soy más de lo que me digo ahora mismo.
Y cuando todo vuelva a su lugar, cuando el karma haga su trabajo correspondiente, simplemente yo regresaré a donde pertenezco.